"Quien ha vencido a los demonios ha sanado su pasado, ha salvado su propia historia vital. Los recuerdos no son ya heridas que constantemente revuelven sus problemas, sino que están curadas, no producen perturbación, amargura, resentimiento. Los sentimientos de odio y las amarguras que hemos forjado como reacción ante nuestras humillaciones se ponen a la luz. Así las pudo curar Dios. Ahora ya no envenenan nuestra vida. Han perdido toda su fuerza."Loa monjes antiguos aprendieron en su soledad a examinar los diferentes tipos de mal que acechan al hombre. Los distinguieron perfectamente, les dieron nombre y supieron hacerles frente. Muchas de sus técnicas están aún vigentes, y nos llegan bajo la forma de distintas especialidades médicas -como la psicología- y espirituales. Pág - 95