Novena a la cruz Recordando a Antonio Gil y a nuestros queridos difuntos por P. Julián Zini y P. Luis María Adis "Antes que nada, y porque la Cruz Gil es un lugar y un acontecimiento donde miles de bautizados van a rezar, deseo estar junto a ustedes, los acompaño y bendigo los es fuerzos y sacrificios que ustedes hacen para ex presar su fe de esta manera. En esta devoción de algún modo, estamos continuando el culto que la tradición campesina tributó, desde antiguo, a sus fieles difuntos. Perduran ciertas expresiones de religiosidad que en su celebración incluyen la música, el baile, el rezo y el convite. También no se olviden que cada vez que un cristiano se santigua haciendo la cruz sobre su cuerpo, o cuando toca la cruz tomando gracia, está profesando su fe en Jesucristo crucificado y resucitado. Él es nuestro Mediador supremo entre Dios y los hombres. Él murió ajusticiado en una cruz y está vivo porque resucitó de entre los muertos, como rezamos en el Credo. Por eso, cuando prendemos una vela, ya sea en el altarcito familiar, en el cementerio o en la Cruz Gil, estamos recordando a Jesús resucitado. Es oportuno advertir cómo espontáneamente muchos hermanos correntinos unen al recuerdo de la Cruz de Antonio Gil una sentida devoción a la Madre del Señor, en la imagen y advocación de nuestra tierna Madre de Itatí. Queremos asumir este difundido recuerdo de Antonio Gil, y ayudar a su purificación y mejoramiento con la Palabra de Dios. Por todo esto, y como una "ayuda pastoral" para nuestra fe y nuestra oración, les presento hoy esta Novena y apruebo su publicación". Mons. Ricardo Oscar Faifer. Medida: 12 x 17 cm. Páginas: 64 ISBN: 978-987-616-137-4