PEREGRINOS EN CAMINO LAS MANOS VACIAS EL CORAZON LLENO DE ROSTROS

Descripción

En sintonía con la propuesta que hoy nos hacen Ángel Rossi y Diego Fares resultan reveladoras del contenido de este libro las palabras de Dolores Alexander: "Cuando alguien puede narrar su vida como un camino, está haciendo una confesión de fe, porque significa que la está viendo orientada en un sentido, atravesada por una dirección, proyectada hacia adelante, en movimiento, hacia la felicidad; a pesar de los baches o las espinas en michos de sus recodos la está contemplando con confianza en el desenlace final de su pericia histórica". La obra tiene dos partes, "Puertas y caminos" y "Rostros y miradas". La primera desarrolla la idea del peregrinar, de la vida como un camino donde el encuentro y el acontecimiento nos ayudan, en compañía de Dios y nuestra fe, a enriquecer la experiencia. La última completa este maravilloso mensaje. En el rostro y en la mirada instala los instrumentos humanos con que el vehículo divino hará posible, con beatitud y generosidad, la providencia. Peregrinos en camino es un trabajo admirable. La magia humana del andar que se hace camino en el verso de Machado encuentra una expresión vívida y segura en estas páginas. El lector cerrará a veces los ojos. La verdad y la belleza de estas páginas están hechas para perdurar en el centro de nuestra esencia, en la memoria y en el corazón. Páginas: 204 Formato: 22 x 15 cm En sintonía con la propuesta que hoy nos hacen Ángel Rossi y Diego Fares resultan reveladoras del contenido de este libro las palabras de Dolores Alexander: "Cuando alguien puede narrar su vida como un camino, está haciendo una confesión de fe, porque significa que la está viendo orientada en un sentido, atravesada por una dirección, proyectada hacia adelante, en movimiento, hacia la felicidad; a pesar de los baches o las espinas en michos de sus recodos la está contemplando con confianza en el desenlace final de su pericia histórica". La obra tiene dos partes, "Puertas y caminos" y "Rostros y miradas". La primera desarrolla la idea del peregrinar, de la vida como un camino donde el encuentro y el acontecimiento nos ayudan, en compañía de Dios y nuestra fe, a enriquecer la experiencia. La última completa este maravilloso mensaje. En el rostro y en la mirada instala los instrumentos humanos con que el vehículo divino hará posible, con beatitud y generosidad, la providencia. Peregrinos en camino es un trabajo admirable.