"No puede comprender a Dios quien solo busca razones lógicas. Puede comprender a Dios quien vive algún gesto de salida de sí mismo, de entrega fuera de él, más allá de lo debido, porque entonces entiende algo del misterio de Dios." María Magdalena fue una figura destacada en la vida pública de Jesús. Pero en la tradición cristiana ha sido muy poco estudiada y comprendida. Incluso fue una figura maltratada. También espiritualmente.La historia de María Magdalena es un símbolo del "exceso" cristiano, de la superación, del derroche. Es el símbolo de una profunda verdad: no se alcanza el verdadero equilibrio si no es yendo más allá, "pasándose de la raya", con algún gesto valiente. En este sentido, como dice el autor, "solo el exceso salva".