Leer a Gianera, en estas páginas, es también asomarse a una generosa galería de artistas que un espíritu menos sutil no hubiera sabido conectar: como un guía experimentado -o como un buen librero-, disfruta al hacernos descubrir perlas ajenas. Ambientes y disciplinas diversas encuentran su lugar en este libro, como la música, las artes plásticas, la literatura, lo sagrado. Se mencionan figuras notables como Bach, Umberto Eco o San Agustín, pero también son convocados nombres menos difundidos.¿Qué mirar? ¿Qué merece retener nuestra atención? ¿Dónde detenernos en este tiempo nuestro? Los escritos que integran esta selección son un mapa posible y exquisito.