Este libro nos hace entrar de lleno en una cuestión de fe y profundizar sobre la realidad personal del demonio como inevitable trasfondo oscuro de una visión sanamente piadosa de nuestra existencia en la tierra. Lo mencionamos, muchas veces sin tomar consciencia, en la última oración del Padrenuestro: "líbranos del Malo", frase que no se refiere genéricamente a los diversos males que nos perturban, sino específicamente al Maligno. Bernardo Olivera no solo nos ayuda a reconocer la existencia del demonio, sino también a preguntarnos qué incidencia espiritual tiene esta realidad en la vida de cada uno, qué relación tiene con nuestro propio camino de santificación, nuestro propio "combate espiritual". Esta obra, a su vez, nos ayuda a recoger las advertencias y consejos de maestros espirituales, que con enorme realismo nos han hablado de las peores tentaciones del demonio: la acedia, el tedio, el ocio, el avinagramiento. Y frente a estas, resuena el llamado a la paciencia, lejos de todo existismo y de todo triunfalismo mundano. Pág - 224