Dios me sanó de la depresión Tiempo de crisis. Tiempo de conversión por Luis Martín Caffa Cuando la salud se quebranta nos afecta psíquicamente, y todo conflicto psicológico puede llevarnos a alejarnos de Dios, a rebelarnos, a renegar de la fe, a enojarnos con el Creador. Esta situación afecta nuestra área espiritual y se rompe la relación entre Dios y el hombre. El bautizado lleva el sello indeleble de Dios, el Espíritu Santo, como gracia, capaz de relacionarse con él, de crecer espiritualmente, y comprender las cosas desde la fe. Al alejarnos de Dios, por cualquier situación, como el pecado, se produce la confusión y rompe ese vínculo quitando la armonía. Sin Dios no hay guía, no hay luz, no hay diálogo; por eso nuestra psiquis se desordena, se produce entonces, el desequilibrio en algunas de las áreas detalladas. El solo hecho de hablar, escuchar, leer y recibir la Palabra de Dios produce salud espiritual y muchas veces también física como consecuencia del dejar obrar al Espíritu Santo, y nos mueve, a su vez, a darlo a conocer. Medida: 12 x 17 cm. Páginas: 80 a color ISBN: 978-987-616-050-6